Me encantó la ubicación del hotel, ya que está cerca de la estación de tren. Esto fue muy conveniente para nosotros, ya que viajamos en tren y pudimos llegar fácilmente al hotel. Además, la habitación en la que nos alojamos era muy cómoda y acogedora, con una bonita decoración medieval. El baño también estaba muy limpio y bien equipado. El desayuno incluido fue delicioso, con una gran variedad de opciones para elegir. También disfrutamos de las instalaciones del hotel, como la cocina equipada y la posibilidad de disfrutar de bebidas a precios asequibles.

La única cosa negativa que encontramos fue que el desayuno no incluía variedad de bollería y dulces, y tampoco había una tostadora o rebanadas de pan.